el Levante se agranda con el Ocaso
fuerte el viento
fuerte la última luz de la tarde
leve la voz de los azules
solitarios mirlos al refugio
del marchitar de los tamarindos
los flamencos
habitantes pasajeros del salar
y yo
soy la estrella fugaz
caminante del misterio
en la selva de los
Universos
y las grutas marinas donde
el viento
muere entre las rocas
soy la hermana póstuma
que grita en susurros
desde el útero de su
lápida
para renacer con la noche
y vibrar con el viento
cuando enmudecen las aves
quiero
que no me ahogue esta tristeza
y
tragarme las lágrimas de los niños
y
ser el blanco de las bombas
y
la carne en flecos por la metralla
el frescor del aire
sopla y exalta mi alma sin
nombre
en busca de esperanza
Una poeta no puede no debe callar ante esta barbarie y menos si sus palabras tocan el velo del corazón como lo hacen las tuyas. Qué tristeza más bella por Dios! Gracias por compartirla. Bsssss
ResponderEliminarMientras haya una estrella fugaz que no se calle, que nos grite a todos podremos seguir leyendo versos claros y con intención, Un abrazo
ResponderEliminarMe temo que la esperanza ya esta muerta.
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