Llevo tiempo pensando en escribir sobre los niños robados y adoptados ilegalmente en España…
Llevo tiempo intentando dar con la forma de transmitir todo lo que con esto siento…
Llevo tiempo recopilando datos e informándome. No quería escribir sobre este tema sin datos exactos, pero… sé de alguien que está sufriendo. Sé de alguien que necesita que os hable de ello, para recibir el apoyo que sosiegue su dolor…
Desde hace algún tiempo, vengo leyendo en la prensa, oyendo en la radio y viendo en la tele el caso de los niños robados y adoptados ilegalmente en España durante los años 60 a 80 del pasado siglo.
La primera vez que ví un documental sobre el tema, una de las asociaciones que han proliferado ante esta alarma, daba a conocer la aberración sin escrúpulos –claro que aberración y escrúpulos, nunca pueden hacer boda-, de algunos médicos, personal sanitario e incluso, personas cercanas a la Iglesia Católica, con poder de ejecución en numerosas clínicas maternales y hospitales conocidos de Madrid, habían cometido con algunos recien nacidos.
La piel se me erizó al momento según veía a algunos de esos hijos adoptados ilegalmente e informados por sus padres en adopción de las formas en que habían sido comprados, algunos incluso recibidos como regalo, a través de instituciones oficiales…
Comentaban en ese programa el caso de alguna madre joven y soltera a la que tras dar a luz a su hijo, la informaron de que el niño había nacido muerto y que, si ella lo deseaba, para no tener que pasar por el “mal trago” de ver a su bebé difunto, el propio hospital se encargaría del sepelio. La joven madre, sin nadie a su lado que la guiara, así lo aceptó y ahora, uno de esos hombres asociados que buscan a sus padres biológicos, ha sabido por fín, quien es su madre biológica y recuperado todas sus raíces tras un examen del ADN.
La asociación –repito que hay varias-, pide que todos aquellas personas que fueron adoptadas por sus padres a través de sistemas parecidos a los que han dado a conocer –siempre por mediación de algún médico, monja o personal sanitario, quienes les comentaban que las madres eran jóvenes solteras que no podían mantenerlos, o prostitutas que no los deseaban, o madres de familia numerosa con incapacidad para mantener a un hijo más, y que voluntariamente los entregaban a los hospitales…-, se pusieran en contacto con las asociaciones, para buscar conjuntamente los informes sobre sus nacimientos en las clínicas donde sus madres, fueron con ilusión para ser atendidas durante el alumbramiento…
También solicitaban a las mujeres que por aquella época tuvieron algún hijo muerto y, a instancias de los médicos o personal sanitario del hospital donde se encontraban, habían dejado a su hijo fallecido a cargo del centro, no dudaran en contactar con ellos para realizarse las necesarias pruebas de ADN que los adoptados solicitaban, una vez confirmadas las fechas de alumbramiento y nacimiento así como del lugar…
Oí nombrar la maternidad donde nació mi hija mayor y el estómago me dio un vuelco, porque a mi hija, también la ingresaron en una incubadora nada más nacer, donde estuvo más de siete días… Al pensar en situaciones tan parecidas a la mía y de final tan dramático las lágrimas fueron muy difícil de contener…
Una vez más la rabia por las injusticias de los todo-poderosos sobre los que pertenecemos al gran rebaño, me hizo pasar una noche de insomnio que tras los ajetreados días que tenemos las mujeres que llevamos una casa, unos hijos y acudimos a trabajar diariamente –por suerte, esto último-, fue cayendo en el semi olvido…
Hasta que una querida amiga comenzó a encontrarse mal, a estar taciturna, callada y pensativa… Pensé que de seguir así, entraría en depresión e intenté animarla. Ella me contestó:
- No, no estoy deprimida. Es solo que me encuentro un poco “rayada” estos días…
- Por qué razón?
- Supongo que será una tontería, pero tengo una incertidumbre y nadie de los que vivieron el acontecimiento me sirve de mucha ayuda, unos porque no están ya, otros porque les falla la memoria y los últimos porque no sé hasta qué punto me puedo fiar de lo que me dicen…
- Pero vamos a ver, qué es lo que sucede?
- Es sobre mi primer hijo… Tu recuerdas qué te conté de ello cuando nos conocimos hace 30 años?
- Recuerdo que me dijiste que había nacido muerto porque era muy grande, tú muy pequeña –de constitución y muy joven, para estar completamente desarrollada- y que el niño, no pudo desarrollar bien su sistema respiratorio… o algo parecido… ya no me acuerdo muy bien.
- Pues eso es lo que pasa, que casi nadie se acuerda muy bien. Pero el niño no nació muerto. Al nacer, por problemas respiratorios se lo llevaron a la incubadora sin dejarme casi verle. Los neonatos, estaban en un ala separada de la maternidad y, al estar yo convaleciente, no me dejaron visitarle durante los 2 primeros días. No ví a mi hijo nunca más. A los dos días, me dijeron que había muerto y que el hospital se hacía cargo de todo…
- Era una práctica habitual, a mi madre, sin ir más lejos, en el 72 le nació una niña muerta por asfixia y también se la quedaron en el hospital…
- Ya, pero… has oído algo de los niños robados y dados en adopción durante ese tiempo?
La sangre se me heló al instante… qué insinuaba mi amiga? Memorizando el programa visto en la tele y lo que conozco del nacimiento del primer hijo de ella, encajaba con los casos que habían sido contados en aquél informativo…
Mi amiga, está investigando aquella situación. Ha acudido al hospital donde alumbró a su primer hijo cuando ella era apenas otra niña –aún no tenía los 17 años-, Allí, en primer lugar a su hija mayor que es quien inició la investigación, le dijeron que el niño había nacido muerto según constaba en un informe que nadie ha sabido enseñarles… Una abuela del niño, creía recordar que en el hospital les dijeron por aquél entonces que a estos niños los enterraban en el cementerio de La Almudena… En el cementerio, tras las comprobaciones, les han dicho que no existen datos… De vuelta al hospital, les dicen que han de solicitar la información por escrito y que pasados unos días les informarían… y les han informado: en el libro de paritorio, consta que el niño nació vivo el 7 de marzo de 1979 y que pasó a incubadoras. Nada más, no tienen más datos. No les han querido dar nombres ni de médico ni de comadrona asistentes… y mi amiga se pregunta..”si este libro del paritorio es donde se apuntan todos los datos del nacimiento....¿por qué no dicen nada del peso..o, lo más importante..que fue un parto de nalgas?.
Hoy han realizado un escrito al registro de la Conserjeria de salud, servicios y trámites, en la calle aduana, 29. A éste organismo es donde deben reclamar cuando un hospital se niega a dar informes ya que es obligatorio que los guarden en archivos internos durante 40 años. Y aquí les han informado de todo lo que pueden hacer/solicitar/obtener, según la Ley.
También como no cabía esperar otra cuestión, mi amiga y su familia, se han hecho socias de ANADIR (Asociación Nacional de Afectados por Adopciones Irregulares) desde donde se trabaja la denuncia conjunta de todos los casos posibles de niños robados…
Aquellos interesados que quieran presentar con ellos su caso, se tienen que asociar enviando sus datos por mail: info@anadir.es o al fax 938935239 la siguiente documentación:
Nombre y apellidos
Fecha y lugar de nacimiento
Fotocopia del DNI escaneada o por fax al 938935239 a la atención de Antonio Barroso
Teléfonos de contacto fijo y móvil
Dirección actual con el código postal incluido
Resumen de su historia con todos los datos que tengan, fechas, hospital donde ocurrió, ciudad, nombre de algún médico que recuerden, etc.
Asociarse es gratuito y no hay ningún tipo de cuota.
También, podemos encontrar información en una página del Facebook que se llama “fechas de nacimiento de niños adoptados y apropiados o robados”. En ésta red social, tienen una listas de madres que buscan hijos, hijos que buscan madres, y asesoramiento para encontrarse, si llegado el caso, tuvieran ésa suerte…
Yo seguiré apoyando a mi amiga, investigando con ella todo lo que me pida. Porque para esto, sobre todo, estamos las amigas…
Ella lo está pasando mal. Su familia lo está pasando mal. Se encuentran desamparados ante una situación que no hace sino inquietarles…
A qué están esperando el gobierno y el resto de los políticos para intervenir en tan terrible tragedia?
Hasta cuándo deben estas madres y estos hijos sufrir tan grande pena?
En el caso de las madres, que es el lado que conozco, con sentimientos de culpabilidad tan hondos, que no viven desde hace meses si no para dar con un hilo, del que desmadejar la pesadilla de la que no son capaces de despertar…
Se sienten culpables… y yo le digo de qué? De ser una niña que tiene un primer hijo y que se fía absolutamente de los abuelos del niño, quienes deciden por los padres, una pareja de jóvenes con 16 y 18 años, qué se ha de hacer con un bebé que muere al nacer? Y más cuando el dejarlos en el hospital era una práctica absolutamente normal durante esa época?
No debes de sentirte culpable amiga… Aquí los únicos culpables son los delincuentes que os han estafado con el valor más preciado que tenemos los humanos: Nuestros hijos.
Ojalá des pronto con la resolución que te aclare, si tu hijo verdaderamente falleció: ¿Dónde depositaron y registraron sus restos? ó, si tu hijo vivió:¿Dónde puedes localizarlo? para transmitirle en un solo abrazo todo el amor que para él guardabas… y contarle… tantas cosas como tienes que contarle!
Ojalá! Amiga mía… todo esto, en un día cercano, te llene de PAZ…
PD (dos días después de mi entrada "Los Niños Robados")
Creo interesante indicar que HOY, domingo 6 de marzo de 2011, me he encontrado gratamente con éste tema en la portada de el periódico de tirada nacional El País: donde
-cito textualmente, y sugiero la lectura en el diario mencionado- se "inicia una Serie sobre éste tráfico de niños y ofrece el relato de las víctimas y de quienes participaron en las tramas: médicos y religiosos. La serie, tendrá su espacio digital en www.elpais.com/especial/vidas-robadas donde se recogerán casos y se contestarán dudas."
Fotografías y dibujos localizadas en Internet