la orilla es larga y sinuosa
viene y huye su relieve
la suavidad de su balanceo
estimula la sangre de la arena
la luz amarillea y pinta de naranja
la eternidad de las rocas
piedras del silencio
hablan sin palabras
su lenguaje se entiende
con las manos
a veces su geografía es angulosa
con vértices y entradas formando vísceras
con forma de corazón o de alma
¿tienen forma las almas?
¿serán de color piedra?
pero…¿qué piedra?
me gustan las que traen los ríos
las bajan desde las montañas
y van rodando entre el agua
como rueda la vida
a veces fuera
a veces dentro
a veces con sed
blanca y seca ante las pisadas
a veces húmeda
gris sedoso en al fondo de los juncos
también me gusta escuchar a las conchas
a veces me hablan de otras orillas
y cantan para mí como sirenas
las conchas no son cuerpos vacíos
son relictos que pueden albergar otras vidas
un pececillo si en el agua
unas hormigas si en la arena
incluso un pájaro cantor
si, quizá esta concha habite un pájaro
y por eso se escucha su trino
la orilla es larga y sinuosa
las algas enredan mi melena
las piedras me llevan a pasear
bajo la orilla
sobre la luz
ya no entiendo su lenguaje
tampoco el de las conchas
ahora soy ceniza
ceniza
nada más