la orilla es larga y sinuosa
viene y huye su relieve
la suavidad de su balanceo
estimula la sangre de la arena
la luz amarillea y pinta de naranja
la eternidad de las rocas
piedras del silencio
hablan sin palabras
su lenguaje se entiende
con las manos
a veces su geografía es angulosa
con vértices y entradas formando vísceras
con forma de corazón o de alma
¿tienen forma las almas?
¿serán de color piedra?
pero…¿qué piedra?
me gustan las que traen los ríos
las bajan desde las montañas
y van rodando entre el agua
como rueda la vida
a veces fuera
a veces dentro
a veces con sed
blanca y seca ante las pisadas
a veces húmeda
gris sedoso en al fondo de los juncos
también me gusta escuchar a las conchas
a veces me hablan de otras orillas
y cantan para mí como sirenas
las conchas no son cuerpos vacíos
son relictos que pueden albergar otras vidas
un pececillo si en el agua
unas hormigas si en la arena
incluso un pájaro cantor
si, quizá esta concha habite un pájaro
y por eso se escucha su trino
la orilla es larga y sinuosa
las algas enredan mi melena
las piedras me llevan a pasear
bajo la orilla
sobre la luz
ya no entiendo su lenguaje
tampoco el de las conchas
ahora soy ceniza
ceniza
nada más
¡Precioso!!!
ResponderEliminarUna "preciosura" como decía una magnifica bloguera, le has dado vida a la orilla, le confieres sentimientos y dejas que le nazca alma a las piedras. Un abrazo grande
ResponderEliminarPienso que sí conoces el lenguaje de las piedras y de las conchas. De las piedras, solo basta traducir sus palabras elaboradas con silencios y colores y, de las conchas, ese lenguaje es más expresivo porque se enreda entre las algas y las estelas del mar, pero sé que en el fondo conoces ambos idiomas.
ResponderEliminarAbrazos
ResponderEliminarEs imposible que alguien que es todo energía, se sienta ceniza… debiste escribir esta preciosidad en horas bajas –que espero hayan pasado- porque nada de cenizas, si acaso ascuas o piedra incandescente ; ) A mi tb me encantan las piedras de los ríos torneadas por el agua y tb las conchas, mucho.. hubo una época en la que las recogía y guardada en tarros de cristal.. piedrecitas redondas y nacaradas, verdes como de jade, conchas y pequeñas caracolas que encontraba a la orilla de la playa.. tienen algo mágico, será la vida que han vivido, la de mareas y corrientes que las habrán llevado y traído… Tiene razón TATIANA ( otra enorme poetisa como tú ) sí que conoces el lenguaje de las piedras y de la conchas, aquí lo has hablado, con su música y sus silencios, con sus aristas y redondeces...aunque en vivo y en directo aun eres más tirando a sirena : )
Un beso grandísimo y buenas noches preciosa!
El final es brillante. Las piedras, en su viaje, han ido haciendo historia y camino, y ante el mar, si uno se sienta a pensar, nos convertimos en tan poca cosa...que nos sitúa en nuestro paso por esta vida como en un instante efímero.
ResponderEliminarUn abrazo
No sé si entiendes su lenguaje o no pero lo que es trasmitirlo lo haces como nadie. Un abrazo.
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