Dónde están los sindicatos?
Antaño, el sindicato era la plataforma de lucha por los derechos del trabajador. Era la fuerza que hacía mover el motor humano, que salía a la calle dispuesto a reivindicar ésos derechos.
Era el marco donde los trabajadores podían hacerse oír. Se les escuchaba, se les atendía a sus preocupaciones que también eran las de los mismos sindicalistas.
Los hombres y mujeres, trabajadores como cualquier otro de sus compañeros, pero quizá, con más capacidad de análisis o incluso, con más conocimientos, saberes e instrucción. También eran hombres y mujeres con algo más de coraje que el resto, o tal vez, personas que no tenían a sus espaldas la losa de sostener a una familia con cuatro pesetas al mes. Eran jóvenes y no tan jóvenes, que sabían del poder de la organización. Tal vez leyeron a Marx decir, que la fuerza y la unión de los trabajadores era el poder para no ser jamás vencidos. Que juntos se podría luchar por un mundo mejor, aquél donde cada trabajador, fuera tratado como un hombre y una mujer, con sus derechos, obligaciones y necesidades.
Aquellas mujeres y hombres que en algunos casos llegaron a dar la vida por la causa en la que creían, hoy están en desuso.
Los sindicatos llevan años sentados al lado de las empresas, de espalda a los trabajadores. Llevan años liberando a trabajadores de sus puestos para “supuestamente” trabajar por los derechos de sus compañeros. Llevan años viviendo de las grandes subvenciones que los gobiernos les ofrecen, a cambio de tregua y paz. A cambio de acallar algunas voces, de no molestar a las empresas, de firmar convenios que poco a poco, sutilmente, iban perdiendo derechos de bienestar. Año tras año, con cualquier excusa, haciéndoles la cama a las empresas y organismos públicos donde miles de trabajadores iban perdiendo nivel adquisitivo, mejoras sociales.
Conozco algunos “liberados”, que durante las horas que no van al trabajo y que supuestamente deberían estar luchando por sus compañeros en gabinetes de prensa, cursos de formación –esto sólo, da para otro post-, atención al desamparo de los trabajadores, etc…, están llevando a sus hijos tranquilamente al colegio –los demás vamos a mata-caballo e incluso muchos, debemos apoyarnos en los abuelos o vecinos-, para más tarde desayunar y leer el periódico en armonía con un cigarrillo que –me cachis!- ahora, ya no puede fumar en el interior de la cafetería donde tanto le gustaba pasar los primeros casi tres cuartos de hora de su “jornada laboral-sindical”. Tras el café, -como está en posición privilegiada y puede acceder a los cursos de formación y relajación mucho antes que los compañeros no liberados-, pues tras el café, pasa un par de horitas aprendiendo a jugar al golf, que dicho sea de paso, es un deporte ”baratito”, de ésos que puede practicar cualquiera de sus compañeros. De sus compañeros trabajadores, los que fichan a su hora en el curro y dan el callo durante las ocho horas reglamentarias, incluso algunos días más. Tras el golf, nada mejor que una cervecita, y un poco de picoteo, para ya, a eso de las dos, entrar en la oficina sindical a ver si había algo importante que hacer, si lo hay, se lo llevará a casa, para tranquilamente, en su ordenador personal, darle salida en unos 30 minutos y ya, dedicarse a su vida personal. Pero si no hay nada importante que hacer, pues entonces qué pinta en el departamento?, mejor se va a comer y mañana nos vemos de nuevo…
Los trabajadores, llevamos más de tres años perdiendo derechos a la vez que hemos visto como los sindicatos se codeaban con los grandes empresarios y con los gobiernos. Hemos visto a esas grandes potencias sindicales firmar acuerdos que sus antecesores habrían tirado a la cara de quienes los proponen y habrían llamado a todos los trabajadores a la huelga.
Los trabajadores, descontentos, mes a mes hemos ido pidiendo una unión sindical fuerte que trabajara de verdad para los hombres y mujeres que íbamos perdiendo nuestro nivel social.
Pero los sindicatos miraban para otro lado, al sol que les cegaba. Nos acallaban respaldando al poder con que esto era una problemática a nivel mundial y que nada se podía hacer, salvo callar y firmar lo que a las empresas y gobierno puede interesar…
Se les ha pedido a través de cientos de foros una Huelga general. Un Basta Ya!! Fuerte, arriesgado y reivindicativo, que demostrara que los hombres y mujeres trabajadores, siguen estando unidos y que ésta unión es lo que hará la fuerza, ahora ya –gracias a los sindicatos de pacotilla que tenemos-, no para solicitar más derechos y más sueldo, sino para mantener lo conseguido con años y años de lucha y vidas y vidas encarceladas y mutiladas por ésa misma lucha.
Que dejen de sentirse –encima-, ofendidos los sindicalistas, por este sentir general. Lo que deben hacer es ponerse a trabajar. En sus puestos laborales si son incapaces de luchar por los demás, o en sus puestos sindicales si aún sienten algún ideal.
O si no, volveremos a las cavernas de principios del siglo XX, observando que el fascismo cada vez es más fuerte, que se crece ante los débiles de espíritu que ya, no persiguen ningún ideal.
Nota.-
No podía dejar pasar ésta primera semana de mayo, en la que se ha conmemorado el día de los trabajadores, sin mostrar mi enfado con los sindicatos. Puede que haya generalizado con los liberados, pero es una dinámica conocida y acallada por todos. Sé que cuando alguien ha necesitado reivindicar algún derecho dañado por el empresario para quien trabajaba, ante su sindicato, éste le ha contestado con una palmadita en la espalda: "son tiempos difíciles. lo que te sucede es lo común, puedes denunciar, pero tal y como estan las cosas, no conseguirás nada y a cambio, te costará los gastos judiciales..."
Basta ya! cómo no nos vamos a enfadar con éstos sindicatos?
...lo voy a dejar, porque me caliento y caliento y no puedo callar.
Como no, hoy los sindicatos no dejan de ser politicos que se acomodan en la poltrona. Asi no sirven a los trabajadores, estos luchan por "sus" intereses, es decir el gobierno de turno les compra con enormes cesiones presupuestarias que aportamos todos los trabajadores con nuestros impuestos. Han perdido toda la credibilidad que la clase trabajadora tenia sobre ellos. De los liberados ya no quiero ni hablar, creo que deben existir, pero solo los que realmente sean necesarios, o mejor que pertenezcan al sistema de funcionariado. Que empresa que se precie de ello es capaz de soportar a una panda de vagos que estan cobrando sin ejercer su trabajo, y es mas, su trabajo recae en los propios compañeros. En fin esto "se nos va de las manos". Al igual que tú me indigno y me caliento que no veas. BASTA YA. Max
ResponderEliminarLos sindicatos hace ya tiempo que se aburguesaron. Los liberados sindicales son una lacra que mantenemos los pringados de turno que somos todos los demás. Conozco algunos que llevan años sin dar palo al agua viviendo del cuento.
ResponderEliminarToda esta historia es más de lo mismo, lucha por el poder, intereses creados, prometer el oro y el moro para conseguir subirte al carro de la ley del mínimo esfuerzo y a verlas venir con la teta bien agarrada.
¿Quién no se siente desmotivado ante semejante panorama? Rabia me da mucha, pero es que la impotencia me mata.
Un abrazo, cielo.
Mascab,esta crisis pide a gritos RENOVACIÓN EN TODOS LOS ORDENES...!Tu post lo hemos pensado muchas veces,¿cómo pueden estar tan callados cuando el pais está en situación extrema...?
ResponderEliminarEs hora de que entre gente nueva comprometida y responsable para dirigir el pais...!!
Somos conscientes de que estamos aletargados,desconcertados y lo peor de todo,desilusionados.
Preparo mi viaje al pueblo,te dejo mi gratitud y un beso muy fuerte,amiga.Feliz fin de semana y hasta la vuelta.
M.Jesús
LA POLÍTICA NO ES LÍMPIA QUERIDA AMIGA, SIEMPRE HABRÁ PROBLEMAS Y SERÁN LOS QUE MENOS TIENEN LOS QUE PAGARAN LAS CONSECUENCIAS.
ResponderEliminarLA IMPOTENCIA ES MUCHA PERO PARECE QUE DEBEMOS ACOSTUMBRARNOS A LAS ARBITRARIEDADES EN TODOS LADOS.
BESITOS
tendremos de momento que seguir anonimos, no hay manera de entrarrrr!!!!!!
ResponderEliminartotalmente de acuerdo con tu post, los sindicatos nos han vendido al mejor postor, estamos peor que hace veinte años, los sindicatos al lado del empresario y los trabajadores perdiendo poder adquisitivo y soportando tanto contrato basura. basta ya!!!!!
tengo un hermano que esta en el sindicato de su empresa del ayuntamiento de madrid y se lo que es...sera por una de las causas que no me hablo con el????
besitos
peich
Mi querida Mascab: No me extraña que te calientes y te enfades porque llevas toda la razón y es que la ilusión, las esperanzas y las luchas de los sindicatos parecen haberse ido a mejor vida y nunca mejor dicho.
ResponderEliminarBrisas y besos.
Malena
P.d/ Por favor si puedes envíame un correo en donde pueda localizarte o escríbeme a nacidaenafrica@gmail.com Es para un asunto relacionado con mi libro. Gracias.
No opino de política, son todos iguales los mismos payasos con distinto disfraz
ResponderEliminarBesitos en el alma...
Scarlet2807
funciona!!!!
ResponderEliminarMax, se nos va de las manos, se nos va.
ResponderEliminarFayna, quizá deberíamos crear un sindicato nuevo a través de los indignados en la Red??
Besos, amig@s
M.Jesús, pues renovémosno! el día 22 de mayo, existe buena ocasión!
ResponderEliminarLujan, no podemos acostumbrarnos a perder nuestros derechos...no debemos acostrumbrarnos a que nos traten como idiotas.
Besos, guapas!!
Gilixita! estamos en contacto. Me sigues???
ResponderEliminarMari?? esto solo es un primer intento
Besos, guapas!!
Malena, indignémosno!
ResponderEliminarTe envie el mail.
Scarlet, pues no me parece, todos deberíamos opinar y obrar en consecuencia.
Besos, Guapas!!
Peich, aquí estas amiga. Aunque algo rara no??
ResponderEliminarPuse foto, pero no sale ¿¿??
Besos, guapa!