miércoles, 28 de noviembre de 2018

SER Y ESTAR



Seguimos por aquí, como naúfragas que se resisten al ahogo de los días y de las noches. Seguimos en la esperanza de no hundirnos con la marea. De que a cada salto de ola nos pille en la cúspide o que sepamos salir a flote ilesas, si nos sumerge con la espiral de su ímpetu.

Pero siempre hay heridas que marcan con su cicatriz, la batalla perdida o ganada, en la que luchamos a muerte. Porque solo la lucha por la supervivencia en cualquiera de sus vertientes, nos salva de nosotras mismas.

Y si no tenemos causas propias, las inventamos o nos dejamos arrastrar por las causas de un entorno exuberante en Derechos Humanos que son arrastrados por el suelo como pies de indigente sin zapatos.



Somos ésa necesidad de sumarnos al horizonte blanco que nos mira desafiante: ¿Tú vienes conmigo o contra mí?

Y ahí nos posicionamos. Unas veces con él y otras en contra. Un día somos blanco y otro negro sobre negro.

Lo importante es ser.

...y a veces estar.



Pero siempre hacer caminos traspasando límites impuestos y tóxicos asfixiantes, que nos dejan sin respiración a nada que no seamos nosotras mismas y pisemos con fuerza el asfalto firme y los pantanos de arenas movedizas.

Ser y Estar.