Se que este post es excesivamene largo para el poco tiempo de que dispone un blogger. Sin embargo, sería un placer para mí que aunque sea por partes, lo leyerais al completo. Gracias.
Tengo el placer de invitaros al parto de luz de mi primer libro editado. Viene a celebrar con todos vosotros, el 5to. Aniversario de "LA REBELDÍA DE UNA CINCUENTAÑERA".
Este primer libro, es el preámbulo de un poemario más "maduro" en el que actualmente estoy trabajando y que será publicado el próximo año.
Valgan "LAS MUJERES QUE HABITO", como aperitivo para ir abriendo boca. Aunque no es un libro de poemas al uso (ni lo ha pretendido nunca), guarda textos inspirados por todas las mujeres de mi entorno. Son los textos a los que más debo en este mundo poético. Ellos me han enseñado que la poesía es un magnífico medio a través del cual podemos conseguir el bien social que deseamos alcanzar. Y en ello estoy. Intentando hacer eventos poéticos solidarios con diversas causas como la Igualdad de Género; Solidarios por Nepal, Pueblo Saharaui, Pueblo Palestino; y contra violencia en todos sus ámbitos: hacia la mujer, hacia la infancia, hacia la humanidad.
Estos proyectos son los que me tienen alejada de este entorno. Sin embargo, no olvido mis raíces, que no son otras que este humilde blog.
Quiero agradecer desde aquí, el impulso de mi querida y muy admirada amiga
(CHELO DE LA TORRE - "PASATIEMPO"), sin ella, nunca me habría atrevido a "hacer" y demostrarme a mí misma que "soy". Ella es una de las mujeres que más me habita.
A mi editor Fernando Luis Pérez Poza. Por creer en mis textos y realizar ésa preciosa portada que refleja la idea del Libro.
Y a todos quienes me habéis acompañado durante este tiempo.
Os dejo el prólogo de "La mujeres que habito". Escrito por nuestra amiga María Jesús Muñoz (
MAJECARMU - HACIA LOS LÍMITES DEL TIEMPO), y realizado con la profesionalidad que la caracteriza y con mucho cariño hacia mi persona. Gracias María Jesús, tu prólogo consigue para este libro un gran valor. Gracias amiga blogera, por estar junto a mí desde el inicio de este espacio.
Y gracias a todos quienes me habéis acompañado durante estos cinco maravillosos años.
Asunción Caballero -Mascab-
PRÓLOGO
Asunción Caballero, compañera y escritora, conocida en el mundo de la
blogosfera como Mascab, es autora de este libro de poemas donde la palabra
surge rebelde, convencida y con fuerza desde la experiencia y el conocimiento.
Nos la muestra desnuda de florituras de
forma directa, sentida y libre, con vocación de expandirse a los cuatro vientos
para impulsar a la mujer a descubrir su propia luz, su propia fuerza y su
propio destino.
Comienza de forma simbólica
con la luna llena, que representa el poder femenino, la diosa madre, la
fecundidad, el sentimiento, la iluminación, la culminación, la
transformación y la plenitud. Quiere
alcanzar esa luna y repartirla a otras mujeres para darles su poder mítico y
espiritual, que las erija en “mujeres guerreras”, que luchen por sus sueños,
por su hogar y sus hijos. Y con el coraje primitivo del lobo “aullar”, lanzar
su poder y su deseo de alcanzar sus metas.
Rompe esquemas y cuentos
caducos y limitados, gritando con aplomo: “No me llames princesa”, mientras
desenmascara a príncipes y dragones, que llenaron los sueños de adolescencia.
Abre sus brazos entrañales y celosos de “madre loba” y desde sus afanes
cotidianos, metafóricamente cose y plancha la vida, allana guerras y dolores de
madres, que sufren la pérdida de sus hijos. Estira las arrugas del hambre, la
soledad y el olvido de los ancianos…
Consciente de su
responsabilidad mira sus manos, su entrega y su fortaleza. Se sabe dueña de su
dignidad y recuerda a todas las mujeres libres, que corrieron por la vida con
alma de pantera. Ellas le entregan el testigo y corre hoy junto a otras mujeres para construir nuevas
murallas, divisar a hombres libres y crear una nueva y comprometida sociedad.
Asunción mira la vida de
frente, descubre el golpe y la lección y se multiplica, se extiende en el
horizonte para ser “loba solidaria” con la madre siria, ucraniana, venezolana,
saharaui. Madres sufridas frente a la barbarie de la guerra. Ahí surge su
aullido entrañable en la distancia como mujer guerrera, cruzando infiernos,
pantanos y laberintos para defender a los suyos.
Se siente mujer de Gaza y
Palestina, que pare y cocina amor entre metralla y bomba. Niña que araña los
escombros buscando su colegio destruido y levanta de nuevo la escuela de sus
sueños. Pondera la valentía, el sacrificio y la constancia de estas mujeres,
que siguen alumbrando la vida ante la ceniza y la destrucción.
En el poema “Mujeres sobre
el barro” la autora resume esta primera parte. Su ayer y su hoy, su innata
rebeldía, su consciencia femenina, su solidaridad generosa con las valientes y
con las más cobardes. Su apoyo a lesbianas, a trabajadoras, a madres que
esperan, a desilusionadas, a
prostitutas…Deja constancia de su grito y su cercanía.
En la segunda parte su grito se convierte en reflexión y profundiza
aún más, ofreciendo el hombro, la salida, la luz y la mano amiga que ayuda a
levantarse.
Asunción es consciente de sus límites, de su afán de superación, de su
palabra directa y desnuda y en un arranque de humildad declara: “No escribo
versos, sólo palabras, que vuelen libres dibujando firmamentos” Se reconoce mujer
trabajadora y madre, consciente de su destino. Sabe enfrentarse a la desilusión
y al desamor, aullando de nuevo y calzando sus tacones. Se desdobla en una
lucha esperanzada, donde se crece planeando entre sus viejos e inolvidables
sueños, fiel al abrazo y cariño de familiares y amigos.
Se proclama “mujer
imperfecta” rebelándose contra las normas, que la limitaron y callaron sus
labios. Y desde esa imperfecta y comprometida rebeldía levanta la bandera,
recordando a mujeres milenarias, que aprendieron conjuros de viejas guerras.
Eleva su grito por todas las mujeres, que estuvieron entre zorros y lobos.
Descubre su tormenta oculta
y abismal cuando mira los fríos paisajes de su vida. A ellos se enfrenta con
valentía, desnudando su dolor y abriendo de nuevo el corazón a quien la ama.
Sabe reinventarse de nuevo, renovarse y sentir su propia alma, que la lleva
hacia adelante.
En el poema final “Mujer que
sueña correr con lobos” Asunción descubre la esencia de lo que es y lo que
quiere ser para cumplir su destino y su meta: “No quiero ser mujer silvestre,
mujer florero…” Desde su experiencia, su sensibilidad e intuición se sabe
mujer, donde habitan las mujeres que la completan, la niña soñadora, la joven
rebelde, la madre entregada y luchadora, la mujer solidaria y trabajadora y
todas las mujeres del mundo, que sufren y esperan.
En su cara redonda
resplandece la luna llena y en su alma estalla un bin bang de universos
infinitos, que escapan por sus ojos y por su voz directa y clara. Es la “mujer
loba” que convoca a todas las mujeres a “desaprender”, a ser ellas mismas sin
miedo al macho dominante, creyendo en su propia fuerza, en su propia intuición
y sensibilidad plena de frutos y sentires.
En “Las mujeres que habito”
la palabra se convierte en poética ancestral, grito de rebeldía, aullido de
raza y coraje y canto de libertad y amor, que asciende al universo,
acunando el sueño de todas las mujeres
del mundo.
Mi enhorabuena por este
libro y mi gratitud y mi abrazo inmenso por acordarte de mi.
M. Jesús Muñoz