Leyendo este domingo un relato de Almudena Grandes, reflexioné
con ella en lo fuerte que nos hicimos las chicas de nuestra generación.
Ella analizaba lo reivindicativa que era cuando a los veinte años no
dejaba pasar una ocasión en la que pudiera manifestar sus opiniones, deseos,
anhelos, protestas, etc, junto a sus amigas.
La época de los gloriosos 80´s fue su década y la mía. Ella
puede que asistiera a todas las manifestaciones políticas o no, que durante ése
tiempo se convocaron en la
Capital , en ésta ciudad que se movía centrífugamente para
estar en la vanguardia de primera plana.
Por también, en anónimo, ahí estaba yo. Creciendo a la vez que
ella, interesándome por los mismos asuntos y gritando de vez en cuando, menos
cuando y más en vez, en alguna que otra manifestación cuando no en todas.
Leyéndola, recordé que en los primeros años de aquella década
prodigiosa, asistí a un montón de manifestaciones con distintos “Slogans”: NO A
LA OTAN / BASES
FUERA / SI A LA
EDUCACIÓN PARA TODOS / SI AL ESTATUTO DE LOS TRABAJADORES / SI
POR LA IGUALDAD ENTRE
HOMBRES Y MUJERES / SI POR UN SALARIO INTERPROFESIONAL DIGNO / NO A LA VIOLENCIA …
En algunas, en las primeras, corríamos delante de la policía a
tiros de bolas de goma o con el sonido del galope de los caballos pisándonos el
tímpano.
Éramos reivindicativos. Sabíamos que nada se conseguía sin lucha
ni esfuerzo, creíamos firmemente que otro mundo era posible, que si nos uníamos
seríamos la fuerza que cambiaría nuestra realidad…
Y la realidad cambió. “Casi” conseguimos que no nos instalaran
las bases; la educación fue de Ley en Ley, para “casi” mejorar las
instituciones; la mujer “casi” consiguió la igualdad con el hombre en la misma
medida que los hombres “casi” se igualaron a las mujeres; el salario
interprofesional no llegó a ser digno pero “casi” lo consigue; la violencia con
los años fue mucho más violenta pero “casi”, acabamos en algún momento con
ella; y el estatuto de los trabajadores, llegó a ser algo grande, el acierto
pleno…y ahora se lo pasan por no quiero nombrar donde, con una reforma laboral
que hace que se tambalee nuestra propia Constitución…
Aquí estamos las viejas glorias que durante un tiempo hemos
vivido relajadas, dejando que los éxitos nos velaran la realidad que nos modificaron
a golpes de silencios, ésta realidad que no es la de nuestros sueños y que de
nuevo, debemos cambiar.
Y lucharemos para ello. Como sabemos hacerlo: echándonos a las
calles, ayudando a los jóvenes a sujetar sus pancartas, enseñándoles que no hay
éxitos sin esfuerzos…
Porque a la vista está que si dejamos de reivindicar nuestros
derechos, si dejamos de luchar por un mundo mejor, siempre será peor que “casi”, conseguir nuestros sueños….
"A los sindicatos: para que sepan que aun enfadada con ellos, sé
lo mucho que nos necesitamos para esta lucha que nunca debió dejar de ser la de
todos".
A los que habéis leído mi post "tambores lejanos", quiero deciros que ésta entrada no es un "desdecirme" de la anterior. Lo contado en aquella no empaña lo contado en ésta y viceversa. De vez en cuando, todos necesitamos que nos den algunas "collejas" tras las orejas...
ResponderEliminarSobre todo cuando nos ayudan a mejorar.
La verdad es que en aquellos años se obtuvo una gran respuesta por parte de los que creiamos en la democracia, amen de los palos y pelotazos recibidos, pero la gente se movilizaba. Ahora con el paso de los años y el bienestar, mas o menos, conseguido la gente se ha conformado y los que venían detras se han hecho unos señoritos. Ellos y los parados deberían ser los primeros en salir a diario a la calle y los demás deberíamos salir con ellos a pedir lo justo. Pero esto creo que solo es la punta del iceberg. Nos la van a colar doblada.
ResponderEliminarUn besote y una esperanza, que no Aguirre, jajajaja
Hemos coincidido en temática en el día de hoy. Me gusta tu "casi", porque los trabajadores nunca podremos conseguirlo "todo", conseguirlo se torna imposible, siempre tendremos algo que conseguir, esos "casi" han sido alcanzados por lucha, no solo de los años 80, también de los 70 y 60, y más atrás, desde que los sindicatos aparecen a finales del siglo 19, cuando aún los niños trabajaban. La cuestión es, que "el casi" nos lo van a quitar y nos lo van a dejar en "nada", como digo en mi entrada, no acordaremos de los sindicatos cuando se los hayan "follado" del todo.
ResponderEliminarUn saludo
Si no hubiera leído tu primer comentario que me ha despistado totalmente ( aun cuando me he ido a la entrada antigua y no soy capaz de atar los cabos por los que dices has recibido una colleja:-)
ResponderEliminarEmociona leerte MASC y eso que yo no viví esa época en la que tu participaste...a mi me pilló aun jugando a las muñecas aún, pero no por ello la desconozco y por eso sé el valor que tuvisteis todos los que participasteis en ella. En fin, creo que sí, creo que todos esos "casis" si queremos que no nos los quiten del todo nos van a hacer volver a la carga... lo que no estoy segura es si los viejos modos servirán en estos nuevos tiempos...antes el enemigo era más obvio y evidente, lo teníamos dentro de casa... ahora, mi querida MASC, me temo que le enemigo no está solo en casa... también está fuera de ella... estamos siendo teledirigidos desde fuera y por eso salir a la calle a pegar voces, no sé si será suficiente... los que tienen que escucharlas no están ni en disposición de poder oírlas por la distancia, a parte de la falta de ganas.
¿Te ves con fuerzas para gritar y que se te escuche en Alemania por ejemplo? en Madrid sólo tenemos a los títeres... en centro Europa están los titiriteros:))
¿Se te ocurre donde encontrar algún megáfono para proyectar la voz?
Ha sido muy bonito esto que has escrito, cielo ¡¡enhorabuena!!
Yo si me dices cómo grito contigo lo que haga falta... que conste:-)
un beso inmeeeeeeenso y todo mi cariño bonita
¡¡Animo con este lunes y... lo que le sigue!! :-)
Estoy de acuerdo contigo en todo lo que dices, pero fundamentalmente en la coletilla final.
EliminarMe he reido con tus "casis", pero la única forma de conseguir que no nos quiten el "casi" que tanto nos costó conseguir, es juntos codo con codo invadiendo la calle, luchando, practicando lo que aprendimos.
Casi podemos con ellos, casi, me temo.
ResponderEliminarPero al menos que no lo hagan con nuestro silencio cómplice.
Un abrazo
Una interesante entrada, necesaria.
ResponderEliminarSoy delegado sindical y me considero una persona dedicada a mis compañeros. Hoy hay muchas campañas de difamacion y desprestigio, tambien algun que otro sindicalista espabilado. Pero tengo la agradable esperiencia de haber colaborado a la hora de solucionar muchos problemas laborales y ayudar a compañeros.
Solo nos daremos cuenta del valor de un sindicato cuando limiten su capacidad, quedaremos desnudos ante el patron, ante su ansia voraz.
Gracias por tocar este tema.
Saludos almendrados
Yo soy de esa Quinta de los 80. De Alaska, Miguel Rios, de Jarcha y su Libertad sin ira, de Queen, de Lennon... pero también lo son el 90% de los sindicalistas que, hasta ahora, se habian aburguesado y asentado en demasia. Siempre nos dicen los políticos: " ¡Oigan! Que esto y lo otro estan mas baratos que en otros sitios; pues muy bien...¡Oigan ustedes! En otros sitios los sueldos son 20 veces superiores a los que cobramos en este País...y aún así hemos tirado hasta ahora ¿Como es posible que estemos tan mal? Antes, con la bonanza había 2 millones y pico de parados...¿Alguien sabe el por qué?
ResponderEliminarUn abrazo, Mascab. Magnífica entrada.
Con todo lo que hicimos en su momento; no me gustaría oir decir a mis hijos o nietos: "Estamos así por culpa de nuestros padres o abuelos".
Mi querida amiga: Hoy nos sale al paso la rebelde Mascab, la que no se calla, la que protesta, ese espíritu ya lo tenías en potencia, no es sólo la rebeldía de una cincuentañera.
ResponderEliminarKasioles, por aquellos años, criaba hijos y ni tiempo le quedaba para leer el periódico, que todos los días nos dejaban en el casillero, o ver televisión, hoy me pregunto cómo he podido atenderlos a todos, cuidarlos, mimarlos y tenerlos contentos.
Comprendo que me he perdido muchas cosas, pero ya no hay marcha atrás, tampoco me arrepiento de ello.
Mi niña, estoy convencida de que la unión hace la fuerza y lo más importante es no dejar de soñar, la victoria será nuestra.
Cariños.
Kasioles
Así como el salmón o la trucha tiene que nadar contracorriente para desovar, para transmitir la vida, el patrimonio social se elabora con el esfuerzo de muchos, no en el silencio y la apatía. Saludos.
ResponderEliminar¡Hola Mascab! estamos como estamos porque nuestros gobernantes no supieron gestionar lo que luchamos, porque ilusionados con los tiempos de bonanza no supimos reclamar a tiempo los robos de quienes debían gestionar con honradez lo de todos. Muchos se apoltronaron, otros empezaron la casa por el tejado y los llamados políticos se convirtieron en profesionales muy bien pagados y se zancadilleaban para tener el voto que decían era igual el de todos.... (¿?)
ResponderEliminarNos fuimos aburguesando en el sentido de intentar defender lo nuestro con la idea de que nuestro hijos subirían más escalones porque tenían los mismos derechos que los del vecinos. Pero mientras unos pocos vivimos pagando impuestos, ahorrando el euro que nos sobraba y tirando por el país como buenos ciudadanos e incluso admirando aquellos que nos vendían humo.
Y aquí estamos, ahora volvemos a ser los de siempre los que tenemos que apretarnos el cinturón y salir a reclamar unos derechos que nos ganamos a pulso y con el sudor de la frente, ¡vaya m..... de lucha!
Besitos
Y tu quieres ser ahora "la rebelde que no fuiste"?
ResponderEliminarPero si tu has sido y serás rebelde toda tu vida y además con tacones.
Es un placer entrar en tu blog y leerte, es como un soplo de aire fresco.
Un abrazo
Mi querida Mascab,estoy contigo,voy a recuperar tus posts,que van tan deprisa como el tiempo...
ResponderEliminarVamos a seguir protestando y reinvindicando nuestros derechos,claro que si.
¿ESTARIA BUENO!!Me encanta tu rebeldía,que te hace grande,porque tú eres así,natural y clara como el agua.
Mi felicitación y mi abrazo inmenso,amiga.
FELIZ JUEVES Y TODOS LOS DÍAS DE LA SEMANA.
M.Jesús