Dolor
desdentados colmillos
muerden mis noches
Oscuridad
pozo laberíntico
que rumia mis fantasmas
Sombras
negrura clara
mastica mis lágrimas
...Círculos concéntricos entre mis labios y el espejo, donde la imagen de otra yo, aún existe sin darse cuenta que ya no es, que el tiempo mudó la cáscara de su cuerpo, ésa que aún espera a ser engullida por el todo de la nada.
Ese ruido insómnico, semilla de olvido en el estómago de las neuronas, donde se gestan deprisa, muy deprisa, los adioses.