En octubre de 2010, se me ocurrió explorar en este entorno en el que había leído poemas, artículos, relatos, etc, y al que me aficioné por el blog que una amiga que, a modo de diario, nos hablaba sobre su experiencia en la ciudad de Shanghai.
Por aquél entonces, yo estrenaba una de las décadas más vertiginosa de mi vida: la que se adentraba en una madurez profunda a través del conocimiento de mí misma y mi entorno inmediato. Fue una época en la que me indignaba muy fácilmente por casi todo lo que sucedía a mi alrededor, leáse crisis económica global; rescate a los bancos; grandes desigualdades sociales; delincuencia juvenil; cientos de asesinatos de mujeres; maltrato infantil...y por otro lado, mi angustia como madre de adolescentes: la sociedad con que se encontraban mis hijas; el valor de respeto a los profesores que se estaba perdiendo; el valor de la familia que se ninguneaba; culto a la noche; sobrevaloración del sexo; las drogas en los garitos juveniles nocturnos; el cambio de libertad por libertinaje que se expandía por las calles; y, con todo ello, la nueva visión de ver el mundo que yo estaba estrenando junto con un cambio hormonal que a modo de terremoto interior, bullía hasta explotar en bolas de fuego y una lava que me arrastraba pendiente abajo sin álveo alguno que me guiara.
Así, comencé a llenar este blog de diálogos o monólogos interiores en los que una mujer madura se enfrentaba a su día a día. Esos diálogos se nutrieron con comentarios que iban llegando y, poco a poco, fueron convirtiéndose en pequeños poemas o relatos hasta que el surco se hizo cauce.
De todo ello, y de la mujer que me fue creciendo, surgieron amistades; algunos relatos; rivalidades; algunos poemas; egodiosas; oportunidades; luces; sombras; libros y... años. Tantos años que, ya no pude seguir llamándome "cincuentañera". Tantos años que, ya no puedo hablar de rebeldías sino que he de dar paso a la serenidad del espíritu y la calma para esta osamenta que cada vez me chilla más y que me incapacita hasta para llevar mis viejos tacones.
Ahora, desde mis zapatos de medio tacón y, a menudo desde mis deportivas, veo la vida que cogió carrerilla para adelantarme y lo consiguió.
Ahora, solo soy una mujer que ha vuelto a cambiar de piel y desea vivir sin prisas.
Quizá me esté haciendo demasiado mayor. Tan mayor como este blog.
Por eso es bueno recibir regalos como la entrevista que me realizó una gran amiga , la poeta Chelo de la Torre, y que hoy publica en su blog, Leo y Comento. Gracias Chelo, por la difusión que realizas en tu blog y por llevarme de tu mano durante estos años.
Gracias también ¿cómo no? a todos los seguidores de este blog, por acompañarme durante los últimos 11 años.
11 años, me parece que son los mismos que hace que nos conocimos ¿no? Pues los blogs fueron los culpables de que coincidiésemos.
ResponderEliminarSí, has/hemos ido evolucionando pero menos mal que lo hacemos ...
Me alegro de que sigas por aquí y sobre todo, me alegro de que seas mi amiga. Un abrazo
Ya llevamos muchos años en estos lugares. Yo también entre al leer el de la que fue una buena ciber-amiga chilena. Y aquí seguimos hasta que el cuerpo aguante. En efecto nos vamos haciendo mayores.
ResponderEliminarFelicidades.
Mi querida Mascab: Felicidades por esa afirmación tan hermosa... Coincidimos en este mundo y me alegra que en estos años hayas encontrado tantas cosas, quiero pensar que las buenas ganan la partida. Hace tiempo que cerré mi ventana, hoy tenía que solicitar una cita médica y la curiosidad quiso que visitara este lugarcito que tantos recuerdos me trae. Sigo sobreviviendo pero perdí la ilusión de escribir... Deseo de todo corazón que la vida te sonría porque con medio tacón pero resuenan con seguridad.
ResponderEliminarUn abrazo grande