Páginas

domingo, 10 de marzo de 2013

Estamos en el mismo barco...

Hubo una época en la que Elena dirigía un equipo humano de 30 personas. Era su líder, todos la respetaban y apreciaban como jefa sin igual.

Elena era una mujer de su época. Comprometida hasta la médula con cualquier causa de injusticia social. Soltera, y con éxito en su mundo laboral, no dudó de repartir su pequeña riqueza con aquella parte del mundo que más lo necesitaba. Contribuía anualmente a sostener la economía de distintas ONG,s de ayudas humanitarias en el tercer mundo y, apadrinaba a tres niños de Somalia.


Era madre por propia decisión. El amor no le había mostrado su mejor rostro y no iba consentir que ése hecho sin importancia le impidiera satisfacer su necesidad de desarrollarse como madre. Tras meditarlo y asumir responsabilidades futuras, tuvo una hija que ya tiene siete años.

Marta era la niña de sus ojos. Su pasado, su presente y su futuro. Aquella hija la hizo mucho mejor persona de lo que era hasta entonces. La ayudó a ser más asertiva con su equipo de trabajo a saber empatizar con los problemas y las felicidades que les contaban aquellos compañeros que como ella, eran también padres y madres.

Fueron cinco años de plenitud en los que vió crecer a Marta siendo una niña feliz entre sus iguales.

Ante la necesidad de más espacio para las dos, Elena hipotecó su vida con un banco y se trasladaron a un apartamento en el que la niña tuviera un lugar mejor para crecer. Su trabajo le permitía llevar ése tipo de vida que no era otro que vivir y dejar vivir a los demás. Levantándose por las mañanas y siendo una mujer responsable consigo misma y con quienes de ella dependían.


Hace tres años, tuvo un día de trabajo muy especial. Era víspera de reyes magos. Elena habló con sus compañeros a cerca de lo ilusionada que estaba en llevar a Marta aquella tarde a la cabalgata de su ciudad y, lo mucho que disfrutaría con su hija los siguientes 5 días que había solicitado como periodo vacacional.

Al final de la jornada, se despidió de su equipo y compañeros de trabajo deseándoles una feliz noche de reyes. Cogió su abrigo, introdujo el ipod en el bolso y pasó a despedirse por unos días de su jefe.

Aquél hombre la miró sin verla y le pidió que se sentara un momento antes de marchar. Elena pensó que se le haría tarde y apresuró a Roberto en lo que tuviera que contar,para que la dejara marchar rápido con su hija.

El jefe la miró a los ojos mientras la mostraba unos documentos urgentes que debería firmar. Extrañada por la hora y lo inesperado de la situación, leyó aquello que se le ofrecía para descubrir que era un despido.

Sintió una aguja en el corazón. ¿Quién sería esta vez?, ¿a qué compañero debería dar una noticia así en un día como aquél?. El nombre que leyó en negrita como persona despedida la dejó perpleja. No podía ser: Elena Martinez Montenegro.

Lo siento, oyó decir a la voz de Roberto. Lo siento, pero la crisis nos llegó y la empresa debe prescindir de tu trabajo. Sé que será difícil seguir sin tí, pero tu equipo deberá asumir las responsabilidades sin tú dirección. Lo siento...

Elena salió del despacho tragándose las lágrimas. Hoy era un día especial, Marta la esperaba ilusionada y ella no iba a estropearle aquella tarde de reyes.


Habían pasado tres años. Elena invirtíó su finiquito en hacer algo más pequeña aquella hipoteca que la ahogaba y buscó con desesperación un trabajo cualquiera que las pudiera mantener a las dos. Pero nunca lo encontró.

Durante estos años, cambió a su hija de colegio, vendió algunas prendas y pequeñas joyas, y fué tirando como pudo durante los primeros veinticuatro meses de desempleo hasta que éste finalizó. Seis meses después, se anuló también el subsidio de 426 € y Elena no pudo continuar cubriendo sus recibos con el banco. Retiró a su hija del comedor escolar y ambas asistían a diario a comer de la caridad.

Pero existían otros gastos que no podría cubrir con la ayuda de todas las personas que la apreciaban y Elena comenzó a robar monederos en un centro comercial. Sin embargo, aquello no le sirvió para evitar que el banco la desahuciara y un día, hacía ya seis meses, Elena y su hija Marta fueron sacadas  de su casa y dejadas en la calle con sus escasas pertenencias.


Los vecinos apiadados, acondicionaron un local que se encontraba vacío en el edificio de su comunidad. Ellos cubrían la luz y el gas para que Elena y su hija tuvieran un lugar en el que pernoctar.

La niña siguió asistiendo al colegio mientras su madre robaba cuanto podía para comprar los lápices y cuadernos de Marta.

Los servicios sociales andaban tras de ella amenazándola con quitarle la custodia de Marta y cuando estaba más desesperada, una vecina le propuso hablar con una conocida  periodista muy amiga suya a quien Elena sin apenas esperanza, narró la situación en la que se encontraba.

Hace un mes que los Wij, una encantadora familia noruega, apadrinaron a Elena y a Marta. Una pequeña familia española de las muchas que hoy, viven por debajo del umbral de la pobreza...


NOTA DÍA 13 DE MARZO

NO me gustan nada los códigos de verificación, para mí son un incordio. Pero estos días son inumerables los spams que están invadiendo blogger, por lo que me he visto obligada a poner los dichosos códigos.

Espero que me comprendáis y que no dejéis de opinar por este inconveniente que espero poder eliminar lo antes posible.

Gracias por acercaros a mi ventana y dejarme vuestra huella.
Mascab

16 comentarios:

  1. Hoy en el diario de esta provincia sale en portada "Los diputados cobran, sólo por viajar a Barcelona! 2.154 € al mes" son 13 pagas por desplazamiento.
    Como otras otras asignaciones que tienen por asistir a comisiones y otros "eventos". Para ellos no hay crisis.
    Cuantas familias, de las que no hay nadie que tenga trabajo, se podrían apadrinar con esos miles de euros???

    ResponderEliminar
  2. No nos lo queríamos creer. Ese ha sido el gran problema. Y, por desgracia, sigue siéndolo. Creo que todavía no nos hemos dado cuenta que no somos ni los más altos, ni los más guapos, ni unos de los más ricos. Brutal como nos has llevado del todo a la nada, Mascab. Tenemos que darnos cuenta que esto no es ficción.
    Si me lo permites, me gustaría que cuando pudieras te pasases por este enlace que te pongo a mi blog. Es un relato que escribí hace tiempo y que quiere acercarnos también a esta realidad que no queremos ver. El enemigo no lo tenemos fuera, lo tenemos en casa...
    http://lasombradelashoras.blogspot.com.es/2012/09/las-vidas-de-julio.html
    ¡Gracias por tus entradas y un besazo!

    ResponderEliminar
  3. El dolor del hambre no es el privilegio de España, aquí en Brasil, también somos muchos. Si todo se repartió bien un poco menos arrogancia e esta situación sería muy diferente.
    Lamentable!
    Abrazo!
    Sonia

    ResponderEliminar
  4. Es el desempleo el principal problema que captan los españoles/as, sin embargo los medios de comunicación están con otras historias que aun siendo importantes no dan de comer ni generan empleo.

    Saludos

    ResponderEliminar
  5. Estremecedor relato .. Muchos en la cuerda floja.. demasiados!! .. y los impresentables ladrones viviendo a cuerpo de rey a costa de historias como ésta y muchísimas más..
    Algún día habrá remedio? .. Cada vez tengo menos esperanza ..

    Un cálido abrazo

    Pd... Gracias .. por todo querida amiga .. no sabes.. cuánto significan tus palabras para mi

    ResponderEliminar
  6. Por desgracia, estoy muy familiarizado con estas desgracias humanas y doy gracias al cielo cada día por lo que hasta hoy me ha tocado vivir. Hace 30 años que tengo un apadinamiento en la India: en el tercer mundo las necesidades son mayores y las posibilidades de ayuda inferiores.
    Desde hace unos años, cuando me dieron la incapacidad doy de mi tiempo y lo que callo a Cáritas. Estamos desbordados. No es suficiente la generosidad para las muchas necesidades. No es mi intención hablar de mí, pero es la única forma de contar de manera creible. En mi parroquia, no de una barriada sino del centro de Sevilla, entre el 2007 y 2012 se ha multiplicado por 5 el balance. No manejamos presupuestos, pues sólo disponemos de lo que la gente nos da con tan buena voluntad. La ley de protección de datos me impide dar nombres para hacerlo creible, pero me siento libre para hablar de mí con tal de sensibilizar a la gente.
    Creyentes o no, Cáritas necesita medios para poder ayudar a este alubión de personas con nombres y apellidos que no deja de crecer. En el nombre de Dios, recuerdo a todos que es la hora de ayudar generosamente.
    Besos

    ResponderEliminar
  7. por desgracia es lo que está pasando, no sé si la historia es real, pero absolutamente creíble en estos tiempos. Una pena y una desgracia lo que nos toca vivir

    besos,

    ResponderEliminar
  8. Se me puso la carne de gallina pues si no es real lo parece.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Mi historia está basada en la noticia que leí ayer en un diario de tirada nacional. Es cierta, sólo que no he querido utilizar aquí los nombres reales de la familia apadrinada ni de sus padrinos.

      Es cierto que Elena, es su nombre real y que un día tuvo a su cargo un equipo de 30 personas. Es cierto que su hijo tiene 7 años. Es cierto que ha tenido que robar para su hijo.

      La familia noruega tienen una casa en Torrevieja y han conocido personalmente a esta familia española que vive en un piso prestado y de la caridad. Los padrinos, le están enviando todos los meses 270 € a Elena y su hijo.

      Es una historia dura. A mí también me impactó porque no conocía el nivel de pobreza en el que nos encontramos.

      Por éso he querido hacer ver que podemos pasar de padrinos a apadrinados con un sólo gesto más de los políticos a quienes mantenemos.

      Se pone la carne de gallina, si. Pero también de toro dispuesto a embestír contra toda la gente que nos ha traído hasta aquí.

      Besos.

      Eliminar
    2. Ya te he dicho en alguna ocasión que esta forma de portesta/denuncia que has elegido tan serena, tan real, me impacta mucho mas.
      Un abrazo.

      Eliminar
  9. Un relato desgarrador amiga. Lo malo de esto, es que cada día son más las familias que están en esta situación. Lo peor de todo, es seguir escuchando de boca de muchos, que fuimos nosotros mismos los que vivimos por encima de nuestras posibilidades.
    Aún, en la peor de las miserias, los dirigentes del mundo quieren hacernos culpables de toda su maldad y su carencia de pudor y dignidad.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  10. Pero que mierda de País en el que estamos viviendo. Donde se contratan eventos como la fórmula 1 mientras se dan suicidios por desahucios, Mientras suben marcas como BMV y ladrones de carrera hacen desaparecer el dinero de España, mientras despiden por miles diciendo que es por el bien del empleo y otros cobran millonarias indemnizaciones en diferido. ¿Que nos creíamos que estos iban a mirar por nosotros?. Si es que somo de tontos en España. Besotes.

    ResponderEliminar
  11. Mi querida amiga: Hoy nos traes la triste realidad resumida en la entrada de tu blog. Ignoro cuánta gente estará pasando por una situación similar a la de Elena, pero lo más cruel, es que es una realidad que cada día abunda más y se hace insostenible.
    No entiendo nada de política, pero algo malo se debe cocer cuando hay gente que se lo lleva todo y no hay forma de que lo devuelvan.
    Esperemos que no se tarde demasiado en resolver el panorama que nos está afectando a todos.
    Abrazos.
    Kasioles

    ResponderEliminar
  12. Terrible MASC, terriblemente real esta historia que has contado. Nadie (bueno, quizá alguien) podía prever la situación tan dramática a la que se está llegando en este país. La historia de Elena rompe el alma, ver que al lado de su historia, la de una trabajadora, buena persona y todo lo demás, hay tanta gente que ha robado y sigue robando a manta causante en última instancia de la situación financiera y económica de este país, hace hervir la sangre. Hace un año leí que los países Mediterráneos en pocos años pasaríamos a formar parte del llamado tercer mundo, entonces me pareció una exageración... hoy, con 6 millones de parados, lo que eso supone al rededor y sin expectativas a corto plazo hace que me lo crea y me pregunte cuanto más tenemos que seguir deslizándonos hacia el fondo sin hacer nada, sin pensar nada, ni reaccionar de ninguna forma activa y práctica contra todo lo que ocurre.... salir a la calle no vale, protestar no vale, gritar no vale...¿cuándo nos daremos cuenta que salvo que nos unamos en una formación única con la fuerza y al representación necesaria esto se nos va? ¿en qué cueva se han enterrado los cerebros buena gente de este país? porque los hay, me consta que los hay y salvo que ellos se pongan a la cabeza y tiren del resto, para limpiar toooooda la mugre de gente que ahora ocupa los puestos de relevancia política de este país... esto va... de culo y sin frenos ( y perdón:-)

    Hoy han nombrado nuevo Papa, parece que un hombre como todos necesitamos íntegro, comprometido y sobre todo de uñas con el poder financiero y viviendo en le pueblo... ¿tendrá hermanos gemelos para raptarlo y ponerlo al frente de este país?:-)


    En fin, no perdamos la esperanza...esto tiene que parar, de una forma u otra, lo hará.



    Un beso inmeeeeeeeeeenso MASC, además de agradable de leer en la forma aunque duro en le contenido... ayudas, ayudas mucho que lo sepas cielo... en enlace para apadrinar está genial... si hubiera de españoles ya mismo me apuntaba, en los otros ya estoy, pero los de aquí me duele muchísimo más y tristemente puedo hacer menos.



    Muaaaaaaaaakss preciosa, gracias de corazón.

    feliz noche a pesar de todo.

    ResponderEliminar
  13. GRACIAS POR COMPARTIR, ESTAMOS TAN FELICES LOS ARGENTINOS CON LA ELECCION DE ESTE PAPA, NO LO ESPERABAMOS POR ESO NOS SORPRENDE TANTO, NI ÉL LO ESPERABA, LE DIJO A LA HERMANA CUANDO SE SUBIÓ AL AVION "HASTA LA VUELTA".
    CREO QUE NO QUERÍA SER PAPA PERO BUENO... A EL LE GUSTABA BUENOS AIRES Y SU GENTE.
    ES UNA PERSONA MUY ESPECIAL, MUY CERCANO, QUE SE COMPROMETE CON LOS QUE MAS LO NECESITAN.
    ACÁ SE LO QUIERE MUCHO.

    BESOS

    ResponderEliminar
  14. Mascab,impresionante relato,que nos viene bien a todos conocerlo para ser conscientes de esta realidad,que vivimos,amiga.
    Es hora de aportar y de apoyar,sin duda alguna.
    Te dejo mi gratitud por tu solidaridad y mi abrazo grande,compañera.
    M.Jesús

    ResponderEliminar

...Y ahora dime, ¿qué opinas tú?