¡No a la sexualización comercial en la infancia!

Leyendo hoy el periódico, me he encontrado con una noticia espeluznante: en Estados Unidos de América, ésa sociedad en apariencia más moralista que el Papa de Roma, sostiene en algunos canales de TV,  concursos de belleza infantil. No sé qué es lo que más me ha llamado la atención si el hecho del concurso en sí, la fotografía de cuatro niñas de unos cinco años disfrazadas de Barbie superstart con un locutor-presentador agachado a la altura de ellas y ¿babeando? al preguntarlas si eran felices con el juego que habían iniciado ¿sus mamás?, o si lo que realmente me ha indignado es comprobar  una vez más, que existen madres que utilizan a sus hij@s con la única finalidad de darse gloría a sí mismas. Son odiosas. Las detesto!. ¿Cómo pueden hacer esto a sus propios niñ@s? cuando deberían estar cuidándoles para que no les faltara de nada, les ponen a concursar para sacar unos dineritos con los que vivir bien ellas –eso sí, con la excusa de que lo hacen pensando en el futuro de sus vástagos-, Venga ya! No se lo cree nadie.  Y lo más increíble es que en estos países ¿desarrollados?, en los que denunciamos constantemente la utilización y explotación infantil en fábricas y campos de cultivos en el tercer mundo, hacemos lo mismo con nuestros propios infantes. Y con el beneplácito de nuestras Leyes que impiden la utilización infantil en estos concursos de la telebasura nacional, donde igual vemos a éstas niñas disfrazadas de “princesaelígeme” con maquillaje en la cara, cejas depiladas y hasta ¿botox? En los labios para hacerlas aún más ¿sexies? o cantantes infantiles disfrazadas también en esta ocasión de folklórica brava cantando letras de desamor con fingida pasión que quiero creer, desconocen por su corta edad, o niños contando chistes verdes con situaciones picantes que parecen entender a la perfección. ¿Lástima o indignación, qué debemos sentir ante esto?

Me vais a perdonar si no estáis de acuerdo conmigo en ésta ocasión, pero sinceramente creo que no se deberían de permitir estos concursos, al igual que en los casos de niñ@s actores, debería vigilarse el tono, las formas y las secuencias que ruedan, así como las situaciones que por el rodaje de las películas o series deban vivir. Sin dejar atrás por supuesto, el control de sus asistencias al colegio de tal manera que ésta sea su actividad principal y que el rodaje se avenga a realizarse cuando las obligaciones infantiles de estudio, hayan sido superadas… Es difícil, lo sé, pero con una buena Ley, se podría llegar hacer. Hay que eliminar los programas basura con exhibiciones infantiles de niños disfrazados de adultos o realizando roles y situaciones de adultos.

En el periódico leí que una madre a quien le retiraron la custodia de su hija los Servicios de Protección de Menor de  San Francisco (EEUU), por inyectar botox a su hija de ocho años para presentarla a un concurso televisivo, la terrible ¿madre o madrastra malvada?, se excusaba con éstas palabras: “solo quiero lo mejor para mi hija en la vida, así que cuanto antes empiece a ser una superestrella mucho mejor” La mujer, apellidada Campbell, acudió a todos los programas de EEUU donde se concursaba con niñ@s, mostrando las maravillas de que el rostro de su niña estuviera libre de arrugas y de pelo –la depilaba sistemáticamente para que apareciera con piel tersa y suave- desde tan joven. “Es muy afortunada y va a ser famosa por todo lo que la estoy dando desde tan pronto, declaraba la bruja de la madre, “cuando sea una estrella y gane muchos millones siempre está agradecida a su madre por lo que hice por ella”.

No me digáis que esta madre está sana. Debe sufrir alguna patología clínica degenerativa del cerebro! ¿Qué madre puede pensar y obrar así con su hija? ¡Oh Dios mío, cuánta maldad hay en el mundo! ¿Si una madre aparentemente sana, no es capaz de proteger a sus propios hijos a dónde podremos llegar con la maldad humana?

¡Por Dios, que se den prisa con una Ley de protección auténtica al Menor!

Dice este mismo periódico que en Reino Unido ya se están poniendo las pilas al respecto y está elaborando leyes que regules la imagen de los niños en publicidad comercial, televisión, cine, internet, etc…

Protejamos la infancia, incluso de sus propios progenitores si es precio¡so y  no dejemos de indignarnos por todo esto, solidaricémosno para pedir una revisión de la Ley de Protección a la imagen y la capacidad intelectual del Menor en nuestros países. Apagemos el TV cuando salgan programas que utilizan a niñ@s en éstos términos y denunciemos a las madres que desean la gloria a través de la imagen de sus hij@s!, ese locos bajitos de entre uno y trece años… o estaremos alimentando a los pederastas en lugar de erradicarlos del planeta que llamamos humano!

NOTA.- La fuente informativa en la que he bebido es El País del domingo 12 de Junio. No expongo la fotografía de las niñas porque en lo que a mí respecta, ha dañado mi sensibilidad y, en este caso, no quiero dañar la de los demás.

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