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sábado, 30 de abril de 2011

ERNESTO SÁBATO


Ernesto Sábato,premio Cervantes de la Literatura de 1984, ha sido uno de los hombres claves de las letras hispanas durante décadas.
   
Nacido en Rojas el 24 de junio de 1911. Se doctoró en Físicas en la Universidad de La Plata. En Francia, trabajando en el famoso laboratorio Curie, Sábato se descubre “…vacío de sentido (…)”  en época de guerra decide dedicarse a la literatura. En 1945, publica su primer libro  Uno y el universo”, pero será con “El túnel”, con la que obtiene el reconocimiento literario.
Falleció el 30 de abril de 2011, en Buenos Aires a los 99 años de edad. Ha sido un intelectual reconocido internacionalmente y asociado a la transición democrática argentina. Aunque tuvo que "tratar" con el general Videla durante su gobierno, con Alfonsín, trabajó al frente de la CONADEP (Comisión por la desaparición de Personas), departamento que elaboró el primer informe con encargo estatal, sobre las violaciones a los derechos humanos durante la dictadura de los generales.

 
Con el fallecimiento de Sábato, desaparece una de las figuras de referencia en la narrativa del siglo XX y un hombre comprometido con los Derechos Humanos.
De  “El dragón y la princesa”, os dejo un extracto donde podéis valorar el modo sencillo y fresco de sus narraciones y la genialidad de sus letras…

(EXTRACTO “PARTE IX”)

(…) Ese otro es el alférez Celedonio Olmos, el padre de abuelo Pancho, es decir mi tatarabuelo. Bonifacio se tuvo que escapar a Montevideo. Allá se casó con una uruguaya, una oriental, como dice el abuelo, una muchacha que se llamaba Encarnación Flores, y allá nació Escolástica. Mirá qué nombre. Antes de nacer, Bonifacio se unió a la legión y nunca vió a la chica, porque la campaña duró dos años y de ahí, de Humahuaca, pasaron a Bolivia, donde estuvo varios años; también en Chile estuvo un tiempo. En el 52, a comienzos del 52, después de trece años de no ver a su mujer, que vivía aquí en esta quinta, el comandante Bonifacio Acevedo, que estaba en Chile, con otros exiliados, no dió más de tristeza y se vino a Buenos Aires, disfrazado de arriero: se decía que Rosas iba a caer de un momento a otro, que Urquiza entraría a sangre y fuego en Buenos Aires. Pero él no quiso esperar y se largó. Lo denunció alguien, seguro, si no no se explica. Llegó a Buenos Aires y lo pescó la Mazorca. Lo degollaron y pasaron frente a casa, golpearon en la ventana y cuando abrieron tiraron la cabeza a la sala. Encarnación se murió de la impresión y Escolástica se volvió loca. ¡A los pocos días Urquiza entraba en Buenos Aires! Tenés que tener en cuenta que Escolástica se había criado sintiendo hablar de su padre y mirando su retrato.
 De un cajón de la cómoda sacó una miniatura, en colores.
        - Cuando era teniente de coraceros, en la campaña del Brasil. Su brillante uniforme, su juventud, su gracia, contrastaban con la figura barbuda y destrozada de la vieja litografía.
        - La Mazorca estaba enardecida por el pronunciamiento de Urquiza. ¿Sabés lo que hizo Escolástica? La madre se desmayó, pero ella se apoderó de la cabeza de su padre y corrió hasta aquí. Aquí se encerró con la cabeza del padre desde aquel año hasta su muerte, en 1932.
        - ¡En 1932!
        - Sí, en 1932. Vivió ochenta años, aquí, encerrada con su cabeza. Aquí había que traerle la comida y sacarle todos los desperdicios. Nunca salió ni quiso salir. Otra cosa: con esa astucia que tienen los locos, había escondido la cabeza de su padre, de modo que nadie nunca la pudo sacar. Claro, la habrían podido encontrar de haberse hecho una búsqueda, pero ella se ponía frenética y no había forma de engañarla. "Tengo que sacar algo de la cómoda", le decían. Pero no había nada que hacer. Y nadie nunca pudo sacar nada de la cómoda, ni del bargueño, ni de la petaca esa. Y hasta que murió en 1932, todo quedó como había estado en 1852. ¿Lo creés?
        - Parece imposible.
        - Es rigurosamente histórico. Yo también pregunté muchas veces, ¿cómo comía? ¿Cómo limpiaban la pieza? Le llevaban la comida y lograban mantener un mínimo de limpieza. Escolástica era una loca mansa e incluso hablaba normalmente sobre casi todo, excepto sobre su padre y sobre la cabeza. Durante los ochenta años que estuvo encerrada nunca, por ejemplo, habló de su padre como si hubiese muerto. Hablaba en presente, quiero decir, como si estuviese en 1852 y como si tuviera doce años y como si su padre estuviese en Chile y fuese a venir de un momento a otro. Era una vieja tranquila. Pero su vida y hasta su lenguaje se habían detenido en 1852 y como si Rosas estuviera todavía en el poder. "Cuando ese hombre caiga", decía señalando con su cabeza hacia afuera, hacia donde había tranvías eléctricos y gobernaba Yrigoyen. Parece que su realidad tenía grandes regiones huecas o quizá como encerradas también con llave, y daba rodeos astutos como los de un chico para evitar hablar de esas cosas, como si no hablando de ellas no existiesen y por lo tanto tampoco existiese la muerte de su padre. Había abolido todo lo que estaba unido al degüello de Bonifacio Acevedo.
        - ¿Y qué pasó con la cabeza?
        -  En 1932 murió Escolástica y por fin pudieron revisar la cómoda y la petaca del comandante. Estaba envuelta en trapos (parece que la vieja la sacaba todas las noches y la colocaba sobre el bargueño y se pasaba las horas mirándola o quizá dormía con la cabeza allí, como un florero). Estaba momificada y achicada, claro. Y así ha permanecido.
        -  ¿Cómo?
        - Y por supuesto, ¿qué querés que se hiciera con la cabeza? ¿Qué se hace con una cabeza en semejante situación?
        - Bueno, no sé. Toda esta historia es tan absurda, no sé.
        - Y sobre todo tené presente lo que es mi familia, quiero decir los Olmos, no los Acevedo.
        - ¿Qué es tu familia?
        - ¿Todavía necesitás preguntarlo? ¿No lo oís al tío Bebe tocando el clarinete? ¿No ves dónde vivimos? Decíme, ¿sabés de alguien que tenga apellido en este país y que viva en Barracas, entre conventillos y fábricas? Comprenderás que con la cabeza no podía pasar nada normal, aparte de que nada de lo que pase con una cabeza sin el cuerpo correspondiente puede ser normal (…)



jueves, 28 de abril de 2011

MUERE LENTAMENTE

 

Muere lentamente quien no viaja, quien no lee,  quien no oye música, quien no encuentra gracia en sí mismo.
Muere lentamente quien destruye su amor propio, quien no se deja ayudar.
Muere lentamente quien se transforma en esclavo del hábito, repitiendo todos los días los mismos trayectos…
 Quien no cambia de marca, no se atreve a cambiar el color de su vestimenta o bien no conversa con quien no conoce.
Muere lentamente quien evita una pasión y su remolino de emociones, justamente estas que regresan el brillo a los ojos y restauran los corazones destrozados.
Muere lentamente quien no gira el volante cuando está infeliz con su trabajo, o su amor…
Quien no arriesga lo cierto ni lo incierto para ir detrás de un sueño…
Quien no se permite, ni siquiera una vez en su vida, huir de los consejos sensatos...
¡Vive hoy!
¡Arriesga hoy!
¡Hazlo hoy!
¡No te dejes morir lentamente!
¡NO TE IMPIDAS SER FELIZ!
Autor: Pablo Neruda


viernes, 22 de abril de 2011

LA SAETA


¿Quién me presta una escalera
para subir al madero,
para quitarle los clavos
a Jesús el Nazareno?
(Saeta Popular)
¡Oh, la saeta, el cantar
al Cristo de los gitanos,
siempre con sangre en las manos,
siempre por desenclavar!

¡Cantar del pueblo andaluz
que todas las primaveras
anda pidiendo escaleras
para subir a la Cruz!

¡Cantar de la tierra mía,
que echa flores
al Jesús de la agonía,
y es la fe de mis mayores!

¡Oh, no eres tú mi cantar!
¡No puedo cantar, ni quiero,
a ese Jesús del madero,
sino al que anduvo en el mar!
                                                  

lunes, 11 de abril de 2011

¿TODO VALE EN LA GUERRA, COMO EN EL AMOR...?

Mi amiga en éste mundo virtual, Meme, reflexionaba sobre si todo vale tanto en la guerra como en el amor:
http://marivega73.blogspot.com/

Contestando a su post, fui analizando mis sentimientos sobre ello y descubrí que mi parecer es ambiguo, porque no siempre es certero el amor, y NUNCA, una guerra,  lleva o trae, justicia para todos.
Traigo a mi espacio la contestación a ése post, pero si queréis saber qué lo provocó, os invito analizar también junto a ella, seguro que os recibe con la hospitalidad que la caracteriza y agradece vuestra visita.
Así le decía más o menos a Meme...
“Yo sí creo, que todo vale en el amor cuando éste es recíproco...
Cuando es respetuoso...
Cuando es liberador...
Cuando nace espontaneo tras una sonrisa o una mirada...
 Cuando anhelas encontrarte con el/ella y tu pecho late con ilusión...
 Cuando existen proyectos de vida, dibujados a cuatro manos en la arena de una playa...

Pero... nada vale cuando te fuerza...
Cuando te hace llorar...
Cuando oscurece tus ojos...
Cuando te ata las manos...
Cuando amordaza tus palabras...
Cuando se engrandece al ver vencida en la arena, a tu voluntad...
Cuando mata tu espíritu...
Porque entonces ya, hace tiempo que dejó de ser, o tal vez nunca, debió llamarse AMOR.

En la guerra, supongo que todo vale cuando se trata de defender a tus hijos, a  tu pareja, a tu familia, a tus amigos...




Si, supongo que todo vale cuando su identidad y sus vidas penden de un solo hilo que tu sujetas y que otros, desean cortar...”

viernes, 8 de abril de 2011

LO ETERNO ES ÉSTE INSTANTE...


 

En el Don de la palabra, Antonio Gala nos regala una frase que tras analizar, debemos guardar en el armario de nuestra mente, para que en ocasiones, la podamos usar; "Lo Eterno es éste instante".
Hoy, la extraigo de mi armario, la descuelgo de su percha y al mirarla de nuevo, reconozco que es cierta.
Me inspira lo que escribo, que sin ser gran cosa, está lleno de amor…
Quien disfrute leyendo literatura con una fuerte carga de sentimiento, disfrutará con “El Don De La Palabra” de Antonio Gala, un libro que todo el mundo debería leer, pues, sin duda, nos haría ver muchas cosas de nosotros mismos….
Lo eterno es éste instante… en el que te miro y al hacerlo, mi corazón salta por el gozo de sentir tu presencia cercana, silenciosa y callada, transmitiendo Paz.
Lo eterno es éste instante… en el que juntos salimos dispuestos a realizar nuestros sueños o,  al menos luchar por ellos hasta que nos entreguen su rendición.
Lo eterno es éste instante… en el que todo florece porque es primavera y el cálido SOL consigue que su calor nos llegue a todos, como el aroma de ésas rosas que para mí, sembraste en invierno, y que ahora me alegran la vista, el olfato y la pasión.
Lo eterno es éste instante… en el que de tu mano, camino sendas que aún no hemos explorado, redescubriendo en lo nuevo, que lo bello, es caminar mientras trazamos surcos en la vida, que nos dejan huellas en los pliegues de ésta piel nuestra, tan dada a las caricias que del otro  nacen, para morir escondiéndose en ésa otra, amada piel…
Lo eterno es éste instante… en el que caminamos juntos, mirando el horizonte y mostrándonos aquello que nos maravilla y nos acerca, tocando nuestro corazón con dedos de plumas que levemente nos mecen al son de una canción que nos es familiar.
Lo eterno es éste instante… en el que tras de ti, contigo entre mis piernas, siento en mis rodillas tú mano acariciando mi alma, como diciéndome un Te Amo, apasionado, como el sonido de éste motor que bajo nosotros ruge, con la fuerza de nuestro amor.
Lo eterno es éste instante… en el que siento en mi pecho tu espalda ardiente,  y al girarme, es tu pecho el que roza la mía y tus manos se desplazan, buscando la ternura de mi pan.
Lo eterno es éste instante… en el que suena el teléfono y desde la lejanía, me dices palabras cotidianas, que hablan de nuestras hijas, que hablan de nuestro hogar.
Lo eterno es éste instante…en el que siento que me amas y al sentirlo, deseo que sea eterno y que nunca se apague nuestra luz.
Lo eterno es éste instante… en el que deseo quedarme para guardarlo en mi equipaje y llevarle siempre allá donde vaya, cuando La Parca llegue…rozándome el hombro al mostrarme con sus fríos dedos que ya, todo se acabó.


Imágenes de otros autores, localizadas en Internet

jueves, 7 de abril de 2011

MENSAJE EN UNA BOTELLA

En una noticia fechada el pasado 30 de marzo, he leído que un  niño ruso, encontró una botella con mensaje en las arenas de una playa de Kaliningrado.
El niño, de 13 años de edad, vio una botella de cerveza media enterrada en la playa, según cuenta: "Vi la botella y me llamó la atención, parecía una botella de cerveza alemana con un tapón de cerámica, y había un mensaje dentro".
Daniil, el niño que encontró la botella, se la entregó a su padre, quien le tradujo la nota. Era una carta cuidadosamente envuelta en papel celofán y sellada con una venda., el mensaje decía: "Mi nombre es Frank, y tengo cinco años de edad. Mi papá y yo viajamos en un barco a Dinamarca. Si usted encuentra esta carta, por favor, contésteme, y yo le voy a escribir de nuevo a usted". El mensaje estaba fechado en 1987 y llevaba una dirección de Coesfeld (Alemania), donde los padres de Frank, aún viven.
Frank, no recuerda aquél día en que decidió enviar un mensaje dentro de una botella. En la actualidad es un joven de 29 años, que apenas sí recuerda el viaje realizado cuando apenas tenía 5 años, ni la rezón que les llevó a que su padre escribiese por él dicho mensaje…
La noticia me ha parecido además de curiosa, muy romántica… tal vez, porque yo misma, de joven, cuando alguna vez tropezaba con una botella olvidada en la playa, pensaba siempre si habría un mensaje dentro…

                                       
Cuánto me habría gustado! Seguro que ante la imposibilidad por aquellos entonces, de ponerme en contacto con el remitente, me habría conformado con imaginarle como naufrago en alguna isla perdida en los mares del Sur, o como princesa encerrada en una alta torre a las orillas de algún mar…

El jovencito Danjil, ha localizado a Frank por medio de este mundo virtual llamado Internet, han chateado y ambos se han extrañado de que la botella se haya conservado tan bien, después de 24 años. La razón que dan es la posibilidad de que haya estado en la arena donde fue encontrada, escondida desde hace lustros…

Y todo esto hace que recuerde una de ésas películas que te acarician el corazón cada vez que la ves: “MENSAJE EN UNA BOTELLA”. La habéis visto? Os la recomiendo.

Los protagonistas son Robin Wright Penn, Paul Newman, Kevin Costner y John Savage, entre otros.

El argumento es el siguiente:

“Una periodista divorciada que vive con su hijo. Cuando pasea por la playa, descubre una botella que contiene una carta de amor. Conmovida por la pasión con la que está escrita, decide publicarla en su periódico para intentar localizar al autor de la misiva. Cosa que consigue tras numerosas pesquisas. Con la dirección del autor, se traslada al lugar donde reside para comprobar que es un constructor de barcos viudo que escribió la carta como nota de despedida para su fallecida esposa…”

Fue una de las mejores películas de 1999, y la dirigió Luis Mandoki.
Me encantó la interpretación de Newman (cuándo no?), que interpreta al padre de un Kevin Costner incapaz de olvidar a su mujer…

Me gustó la fotografía de paisajes marinos y localidades de frondosos bosques.

Y la historia, ya lo he dicho, de las que acarician el corazón y te elevan el alma, haciéndote desea vivir una historia similar, no siendo el personaje de la periodista, sino más bien el de aquella esposa perdida y jamás olvidada, a quien van dirigidos todos esos preciosos mensajes, tirados al mar en el interior de una botella…

Voy a recuperar el vídeo y volver a verla éste fin de semana de descanso que me espera. En mi sillón de orejeras, con una infusión y un pañuelo en el que enjugar mis lágrimas, mientras mi chico, desde el sofá, hace su siesta. Antes de que nos vayamos a recorrer el parque céntrico de mi ciudad, donde vibraremos con el sonido de las gentes que lo recorren, el canto alegre de los pájaros que han vuelto y el alboroto de los niños cuando juegan… Todo ello, nos hará sentirnos vivos, amar la vida y agradecer que no nos tengamos que enviar mensajes en una botella, porque aún estamos caminando de la mano, uno al lado del otro…

No dejéis de verla, seguro que os gustará!