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martes, 8 de marzo de 2011

Tres Mujeres con identidad propia

La lucha de la mujer por la igualdad de derechos con el hombre, ha sido a lo largo de la historia una difícil trayectoria para todas aquellas jóvenes inquietas que no se resignaban a ser tratadas diferentes a sus compañeros hombres en sus trabajos, o a no tener voz y voto en los entramados políticos, o a no poder estudiar, llegar a la Universidad y licenciarse como sus hermanos o vecinos...

Fueron mujeres que no solo reivindicaron sus derechos, sino que muchos de ellos, los consiguieron. A todas ellas, les rindo este pequeño homenaje, refrescando nuestra memoria con estas tres mujeres españolas que soñaban con que un día, nosotras, las mujeres de hoy, tuviésemos todos los derechos de que sin darnos cuenta, disfrutamos.

No creo que entre éste, el sueño de ellas, se encontrara el disponer de un "dia de la mujer trabajadora", porque para ellas, quiero pensar, que este derecho -al trabajo digno e igualitario al de los hombres- debía ser uno sólo de los muchos objetivos a conseguir.

¿No sería mejor cambiar éste día por un "día internacional por la igualdad de derechos entre hombres y mujeres...?

Tal vez exista y yo no lo sepa, si es así ¿por qué razón se le dá tanta importancia a éste otro "día de la mujer trabajadora?


Clara Campoamor (Madrid, 1888 - Lausana, 1972)

Mujer española y activista política, pionera de la militancia feminista. Pertenecía a una familia modesta, estudió la carrera de Derecho al mismo tiempo que trabajaba, y se licenció en la Universidad de Madrid en 1924. Al tiempo que ejercía su actividad como abogada, sus inquietudes políticas le llevaron a fundar una Asociación Femenina Universitaria.
Con el advenimiento de la Segunda República (1931), obtuvo un escaño de diputada por Madrid en las listas del Partido Radical. Formó parte de la Comisión constitucional, destacando en la discusión que condujo a aprobar el artículo 36, que reconocía por vez primera el derecho de voto a las mujeres.
Los gobiernos de la República le confiaron otros cargos de responsabilidad, como la vicepresidencia de la Comisión de Trabajo, la participación en la comisión que preparó la reforma del Código Civil o la presencia en la delegación española ante la Sociedad de Naciones.
Fundó una organización llamada Unión Republicana Femenina.
Abandonó España en 1938, ante la victoria del alzamiento de los militares que apoyaban a Franco; el régimen instaurado tras la victoria del ejército nacional, no le permitió regresar al país, de manera que permaneció exiliada, primero en Argentina, y, desde 1955 hasta su muerte, en Suiza.
Trabajó siempre por la igualdad de derechos de la mujer, en cuya defensa publicó “El derecho femenino en España de 1936” y “La situación jurídica de la mujer española de 1938”.
 

Teresa Claramunt  (Sabadell 1862-Barcelona 1931)
Española obrera en fábricas textiles catalanas y militante anarcosindicalista, reivindicó el papel de la mujer como madre que trasmite valores ideológicos a sus hijos.
Si estos valores eran igualitarios se estaría poniendo las bases para una nueva sociedad.
Dirigente anarcosindicalista española. Trabajadora del ramo textil, participó en la fundación de un grupo de obreras anarquistas en Sabadell (1884) y de la revista El Productor (1901). Detenida en diversas ocasiones (1896, 1898, 1902 y 1911), la última de ellas acusada de haber dirigido una huelga general en Zaragoza, contrajo una parálisis en prisión (1911) que puso fin a sus tareas de agitación.


Victoria Kent (Málaga, 1898 - Nueva York, 1987)
Política española. En una época en la que las mujeres apenas tenían intervención en la vida pública española, Victoria comenzó a romper las barreras al estudiar Derecho en la Universidad de Madrid, hacerse abogada (fue la primera mujer en ingresar en el Colegio de Abogados de Madrid en 1924, en plena dictadura de Primo de Rivera) y asumir la defensa de Álvaro de Albornoz ante el Tribunal Supremo de Guerra que le juzgó en 1930 por firmar un manifiesto republicano (fue la primera mujer del mundo que ejerció como abogada ante un tribunal militar).
Tras proclamarse la Segunda República (1931) se presentó a las elecciones por el Partido Radical Socialista y obtuvo un escaño de diputada en las Cortes constituyentes. El gobierno de Azaña le nombró directora general de Prisiones (1931-34), cargo desde el cual introdujo reformas para humanizar el sistema penitenciario: mejora de la alimentación de los reclusos, libertad de culto en las prisiones, ampliación de los permisos por razones familiares, creación de un cuerpo femenino de funcionarias de prisiones…
Paradójicamente, a pesar de sus convicciones democráticas y feministas, Victoria Kent se opuso a la concesión del derecho de voto a las mujeres, pues creía que lo emplearían en un sentido conservador; y sostuvo una polémica al respecto con otra representante feminista en las Cortes republicanas, Clara Campoamor.
Durante la Guerra Civil (1936-39) fue enviada a París como secretaria de la embajada española (1937). Allí se quedó cuando las fuerzas de Franco derrotaron a la República e instauraron una dictadura reaccionaria en España. Poco después se vio sorprendida por el estallido de la Segunda Guerra Mundial (1939-45) y la invasión alemana de Francia, que le obligó a esconderse para no caer en manos de la Gestapo. Permaneció el resto de su vida exiliada en México y Estados Unidos, donde dirigió la revista de los exiliados españoles, Ibérica.

7 comentarios:

  1. Tres ejemplos de formas diferentes de ser mujeres, todas concienciadas, todas luchadoras, pero muy distintas, porque ser mujer, no significa ser de un solo modo.

    Felicidades!!!

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  2. Pilar; la palabra "MUJER", por sí sola, ya habla de diversidad. ¡¡Son tántas cosas y todas tan distintas, las que nos hacen ser Mujer!!
    Felicidades a tí también!
    Gracias por tu visita. Un beso

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  3. Mascab,nos dejas un bello y completo post.
    Tres ejemplos de vidas dedicadas al servicio y a la lucha por la igualdad,CLARA,TERESA Y VICTORIA.
    La lucha sigue adelante,aún nos queda un largo camino por recorrer,amiga.
    Te dejo mi gratitud,mi felicitación y mi abrazo grande...SÉ FELIZ HOY Y SIEMPRE.
    M.Jesús

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  4. Gracias M.Jesús. Muchas satisfacciones también para tí en la lucha común.
    Un abrazo guapa

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  5. No lo puedes decir mejor, hay que cambiar el dia de la mujer trabajadora por el dia de la igualdad de derechos entre hombres y mujeres. He leido un artículo en el periódico al respecto y en definitiva dice que la mujer no tiene que perder la feminidad para igualar al género masculino en los puestos de trabajo, creo que la mujer como tal aporta lo que el hombre no tiene y creo a pies puntillas que son muchas más cosas de lo que la gente se imagina. Creo literalmente en la IGUALDAD DE DERECHOS, otra cosa diferente es cambiar el machismo por el feminismo. Un grito de HURRA por estas tres luchadoras.Max

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  6. por mas que luches nunca prodras ser igual que al hombre,por que la supuesta igual a donde ha llevado, a descuidar nuestros hijos y las bases morales que nosotras como madres debemos hacer, y todo por dinero , piensa... vale la pena tal igualdad si descuidas lo mas preciado que Dios te dio que fue la familia, Dios creo el hombre y a la mujer como esa ayuda idónea para formar la familia,y que ha sucedido que la mujer cree que ella fue primero mas la familia

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  7. Hola anónimo que no dejas nombre.

    Te supongo mujer y tengo que contestar a éste comentario tuyo.

    Ante todo quiero que sepas (lo sabrás ya, si eres lectora/or mío), que admito comentarios que discrepen de los míos, pues creo que es precisamente entre éstas diferencias donde tal vez, se encuentra la auténtica verdad.

    Con respecto a tu comentario, te diré que estoy de acuerdo contigo en que con la emancipación de la mujer el concepto de familia a cambiado. Ya no es la mujer quien lleva el sostenimiento emocional y afectivo de la familia, perdón, no lo es en la misma medida que lo era antaño, en ésos días que presupongo tú añoras.

    Es cierto, que cuando la mujer estaba en casa las 24 horas, los niños no veían tanta tele ni se aislaban en su habitación jugando con la play. También es cierto que por aquellos entonces, éstos tecnicismo no existían o estaban en una época primigenia (como la tv). Entonces los niños jugaban en la calle a la salida del colegio mientras la mamá planchaba, cocina y hacia calceta sentada en el balcón con los hijos en sus retoños.

    Ahora la mujer ADEMÁS, de seguir llevando la casa (exigiendo, eso sí, la COLABORACIÓN -que no ayuda, esto es para otro tema-, de sus parejas), sigue siendo quien se preocupa de los colegios, de las charlas con los profesores, de los deberes, de los médicos, de la ropa para todos…

    En fín. Que es cierto, hemos demostrado no solo que somos igual que el hombre (nacemos con la misma inteligencia y se nos puede educar exactamente igual dándonos los mismos conocimientos para adquirir que se les dan a ellos), sino que podemos con mucho más que ellos, que han sido educados tan solo para ser quienes deben sostener económicamente a la familia, es decir, buscar el sustento (antiguamente, era quien cazaba) económico para que su familia (guiada o dirigida en la mayoría de los casos por la esposa) tenga de todo lo que hoy, se hace imprescindibles en nuestras vidas.

    Y estoy convencida, salvo que el padre de familia sea un portento y haya tenido mucha suerte en su profesión ganando más de 4.000 €/mes, salvo éste caso, la mayoría de las familias no podrían vivir solo del sueldo paterno (unos 1000 €/mes).

    Nuestra sociedad ha cambiado, amiga/o mío, mucho desde los años en que nuestras madres cuidaban de nosotros desde casa. Para bien y para mal. En eso te doy un poco la razón: Quizá más para mal que para bien. Pero así es nuestra sociedad actual. Con muchos errores. Pero a lo largo de la historia, dime ¿conoces alguna otra sociedad perfecta donde los errores no existieran? Supongo que te será difícil encontrarla, pero si la hayas, me gustaría saber de ella.

    Ahora, habría que trabajar para modificar los malos hábitos que con la incorporación a la vida laboral de la mujer se han ido ocasionando. Que son muchos, es cierto. En esto también te doy la razón. Pero es desde el puesto en que hoy ocupa la mujer, incluso desde el avance en él (aún nos queda mucho camino por realizar en nuestras igualdades, aunque en otras hayamos perdido un poco el norte), nunca desde el retroceso. Aquí no hay marcha atrás. Pero si debe existir una reflexión que ayude a mejorar los hábitos familiares que se han visto modificados con pérdidas de valores e incrementos de delitos.

    Trabajemos juntos por modificar los hábitos negativos y por crear siempre una sociedad mucho mejor que la que tenemos. Aún sabiendo que por mucho empeño que pongamos, nunca será perfecta…

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...Y ahora dime, ¿qué opinas tú?