Ayer, meses después de aquél homenaje, me ha llegado un comentario que os dejo aquí textualmente para que me ayudéis analizar, así como la contestación que le he dado.
Busco vuestra ayuda, porque desde el diálogo en común de hombres y mujeres, es desde donde podemos comenzar a caminar en un nuevo sendero que nos ayude a ser mejores.
Sé que ésta persona tiene algo de razón, y así se lo hago saber. Pero creo que no la tiene en esencia. ¿Qué opináis vosotros? Ya sabéis lo que me gusta buscar y hallar entre todos la auténtica verdad. Aquí os dejo el comentario y la respuesta:
:-) por mas que luches nunca prodras ser igual que al hombre,por que la supuesta igual a donde ha llevado, a descuidar nuestros hijos y las bases morales que nosotras como madres debemos hacer, y todo por dinero , piensa... vale la pena tal igualdad si descuidas lo mas preciado que Dios te dio que fue la familia, Dios creo el hombre y a la mujer como esa ayuda idónea para formar la familia,y que ha sucedido que la mujer cree que ella fue primero mas la familia :-(
Hola anónimo que no dejas nombre.
Te supongo mujer y tengo que contestar a éste comentario tuyo.
Ante todo quiero que sepas (lo sabrás ya, si eres lectora/or mío), que admito comentarios que discrepen de los míos, pues creo que es precisamente entre éstas diferencias donde tal vez, se encuentra la auténtica verdad.
Con respecto a tu comentario, te diré que estoy de acuerdo contigo en que con la emancipación de la mujer el concepto de familia a cambiado. Ya no es la mujer quien lleva el sostenimiento emocional y afectivo de la familia, perdón, no lo es en la misma medida que lo era antaño, en ésos días que presupongo tú añoras.
Es cierto, que cuando la mujer estaba en casa las 24 horas, los niños no veían tanta tele ni se aislaban en su habitación jugando con la play. También es cierto que por aquellos entonces, éstos tecnicismo no existían o estaban en una época primigenia (como la tv). Entonces los niños jugaban en la calle a la salida del colegio mientras la mamá planchaba, cocina y hacia calceta sentada en el balcón con los hijos en sus retoños.
Ahora la mujer ADEMÁS, de seguir llevando la casa (exigiendo, eso sí, la COLABORACIÓN -que no ayuda, esto es para otro tema-, de sus parejas), sigue siendo quien se preocupa de los colegios, de las charlas con los profesores, de los deberes, de los médicos, de la ropa para todos…
En fín. Que es cierto, hemos demostrado no solo que somos igual que el hombre (nacemos con la misma inteligencia y se nos puede educar exactamente igual dándonos los mismos conocimientos para adquirir que se les dan a ellos), sino que podemos con mucho más que ellos, que han sido educados tan solo para ser quienes deben sostener económicamente a la familia, es decir, buscar el sustento (antiguamente, era quien cazaba) económico para que su familia (guiada o dirigida en la mayoría de los casos por la esposa) tenga de todo lo que hoy, se hace imprescindibles en nuestras vidas.
Y estoy convencida, salvo que el padre de familia sea un portento y haya tenido mucha suerte en su profesión ganando más de 4.000 €/mes, salvo éste caso, la mayoría de las familias no podrían vivir solo del sueldo paterno (unos 1000 €/mes).
Nuestra sociedad ha cambiado, amiga/o mío, mucho desde los años en que nuestras madres cuidaban de nosotros desde casa. Para bien y para mal. En eso te doy un poco la razón: Quizá más para mal que para bien. Pero así es nuestra sociedad actual. Con muchos errores. Pero a lo largo de la historia, dime ¿conoces alguna otra sociedad perfecta donde los errores no existieran? Supongo que te será difícil encontrarla, pero si la hayas, me gustaría saber de ella.
Ahora, habría que trabajar para modificar los malos hábitos que con la incorporación a la vida laboral de la mujer se han ido ocasionando. Que son muchos, es cierto. En esto también te doy la razón. Pero es desde el puesto en que hoy ocupa la mujer, incluso desde el avance en él (aún nos queda mucho camino por realizar en nuestras igualdades, aunque en otras hayamos perdido un poco el norte), nunca desde el retroceso. Aquí no hay marcha atrás. Pero si debe existir una reflexión que ayude a mejorar los hábitos familiares que se han visto modificados con pérdidas de valores e incrementos de delitos.
Trabajemos juntos por modificar los hábitos negativos y por crear siempre una sociedad mucho mejor que la que tenemos. Aún sabiendo que por mucho empeño que pongamos, nunca será perfecta…